Bebé: ¿Por mí? No me hagas reir, quien tuvo la culpa de todo esto no fui yo, fuiste tú, por tus actos inconscientes, por no usar tu cerebro para pensar.
Mamá: ¿Cómo puedes decir eso? No soy una inconsciente, mucho menos, tú no puedes hablarme así, soy dueña de mis actos y yo decido qué hacer.
Bebé: Claro que existiría, quizá en un mundo mejor que este, asi no tendrias el peso de mi sobre tus hombros.
Mamá: (Deprimida) Por favor no digas eso, yo no tengo la culpa de esta situación, son las circunstancias las que me han arrojado a esto.
Bebé: Mamá tranquila, no quiero juzgarte, en alguna medida sé que no eres culpable, se positiva con lo que tienes que enfrentar y aprovecha el tiempo perdido, tú ya nunca estarás sola.
Mamá: Tengo que decir que me he equivocado, a tí que te dañé con mi actitud, te pido perdón
Bebé: ¡Te admiro por ser valiente para afrontar las consecuencias de tu “error”. Sigamos adelante juntos no importa lo que pase.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario