Por la mañana el sol se levanta
y se esconde al atardecer
la señorita se levanta
el oficio a hacer.
Brilla el lucero,
brilla mi corazon,
de mirar a la señorita con tanto resplandor
me enamore, de esa hermosa flor.
Me enamore, y no fue por placer,
si no por ver tan bello amanecer.
Autor:Oswaldo Vladimir Sanabria
Fecha:Miércoles 25 de octubre de 2,017
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